En la noche de ayer, víspera de la festividad de la Esperanza, se celebraba el tradicional acto de la Candelá de La O en la Parroquia de la calle Castilla, donde en estos días se celebra el Solemne Triduo y Besamano a María Santísima de La O.
Luminarias, fuegos artificiales, repique de campanas y un espectáculo audiovisual, con imágenes proyectadas sobre la fachada de la Parroquia, en conmemoración a los 450 años de la fundación de la Hermandad, se enjugaron como alabanza y salutación a María Santísima de La O, en una deliciosa noche de diciembre, que no es más que el inicio de la cuenta atrás hasta esa tarde de Primavera en la que un arraigado rincón del Barrio de Triana se teñirá de raso morado.
Como cada año, desde que en 1995 se reinstaurase esta tradición, de la mano de D. Antonio Más Acemel, por entonces Hermano Mayor de la corporación, y de D. Rafael Díaz Díaz, que era Hermano nº 1 en la nómina, la Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Sol, puso la nota musical al acto, con toques de clarines y timbales, y Posteriormente, ya con la formación al completo, tras conquistar la interminable calle Castilla con un breve pasacalle, en el que se estrenó la recuperación de la marcha de ordinario Sol, de Luis Alfonso Miraut, con un concierto de marchas procesionales en el interior de la Parroquia, frente a la mirada de María Santísima. En él interpretaron las marchas Nazareno de La O, de Pedro Manuel Pacheco Palomo, Fruto de Tu vientre, de Raúl Martín Cruzado, Melodías de la O, de Juan Manuel Fernández Carranza, La O, de Francisco Japón, y Cruz de Carey, de Manuel Esteban, composición con la que Nuestro Padre Jesús Nazareno suele comenzar su caminar hasta la Catedral cada Viernes Santo.
Una Candelá para la Historia, que sucedió en una deliciosa noche de diciembre, en la que más se ilumina el cielo de Triana, preludio de una tarde de Primavera.
Pepe Cruz
@desemanasantabl
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