miércoles, 29 de junio de 2016
martes, 28 de junio de 2016
La noche de Las Lágrimas de San Pedro
Sevilla se presta a vivir una noche de leyenda. Un 29 de junio más, día del Apóstol San Pedro, viviremos un momento que asociamos a la entrada del verano, que hace una semana se dejó caer por estos lares.
Una noche estival, de sopor, de caló, de colchón echao en el suelo del salón buscando una tregua en forma de brisa veraniega que ahogue el agobio de las altas temperaturas; noche de suspiros, sofocados levemente por el vaivén de abanicos que adormecen el insomnio; y de suspiros por amores de verano; noche como la que quedó grabada en la Historia de nuestra ciudad, allá por el siglo XV, cuando, coincidiendo con la onomástica del Apóstol San Pedro, el Infante Don Fernando era recibido con luminarias, repiques y regocijos tras su victoriosa conquista de Antequera.
Noche de silencio catedralício y de rindan ante Nuestra Señora de los Reyes; de repique de campanas y sones de clarines, cuyo sonido celestial emana del campanario de la Torre alminar más bella del mundo. Será al caer la medianoche cuando suenen las Lágrimas de San Pedro, de la mano del Cuerpo de Clarines de la Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Sol. Tres toques desde cada una de las caras de la Giralda, emulando las Tres Negaciones de San Pedro, que conmemoran la hazaña del Infante hace seis siglos. Noche en la que el Giraldillo, veleta que muere y que bebe los vientos por Sevilla, viste las galas de la Banda del Sol, que apostada hace guardia con sus alabardas en la Puerta de los Palos.
Los toques que se repetirán a las 9:30 de la mañana y a las 12:00 del mediodía, precedidos estos últimos por un Bando que recorrerá los aledaños de la Catedral a sones de timbal.
Sevilla de leyenda, que gracias al empeño de D. Rogelio Gómez "Trifón", D. Antonio Burgos, D. Federico María Pérez Estudillo, antiguo Canónigo de la Catedral, y D. Eusebio Carlos Álvarez-Osorio Rojas Marcos, fundador y ex-director de la Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Sol, vio renacer en 1986, tras caer en el olvido durante demasiados años, una de sus más antiguas tradiciones: las Lágrimas de San Pedro.
Pepe Cruz
@PepeCruzdeSoL
jueves, 9 de junio de 2016
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